La artritis es una enfermedad inflamatoria aguda o crónica que afecta a 1 de cada 6 personas del planeta. Las estadísticas muestran que sólo en Estados Unidos hay más de 42 millones de pacientes con artritis, y una de cada 5 personas queda discapacitada. La artritis es la principal causa de discapacidad en la mayoría de los países del mundo, lo que significa que todo el mundo necesita aprender a reconocer la enfermedad y tratarla correctamente.
Qué es la artritis
La artritis es un concepto colectivo que incluye todas las patologías inflamatorias de las articulaciones, en las que el cartílago articular se adelgaza, se producen cambios en la cápsula articular y en los ligamentos. Es decir, la artritis puede ser tanto una enfermedad principal (espondilitis) como una manifestación de otras enfermedades (reumatismo o gota). En la mayoría de los casos, la enfermedad afecta a las manos (falanges), así como a los pies y a las articulaciones del codo y la rodilla. El paciente nota enrojecimiento e hinchazón, y sufre dolor y rigidez en la articulación afectada. En estado de abandono, la enfermedad destruye las articulaciones, los huesos se deforman y sobre ellos aparecen unos crecimientos llamados osteofitos.
A esto hay que añadir que en la mitad de los casos el paciente desarrolla artritis reumatoide, una enfermedad que afecta a las articulaciones de todo el cuerpo, afectando a la membrana sinovial. En el resto de los casos se desarrolla artrosis, una enfermedad que afecta a una o varias articulaciones y no se extiende a todo el sistema articular.
Causas de la enfermedad
Se desconoce con certeza la causa de la artritis, pero los médicos se inclinan por la teoría inmunológica de la enfermedad, según la cual la artritis aparece como resultado de un mal funcionamiento del sistema inmunitario, en el que los linfocitos comienzan a atacar a las células de las articulaciones, percibiéndolas como agentes extraños. El factor que provoca el desarrollo de la enfermedad puede ser cualquier enfermedad infecciosa, incluidas las infecciones respiratorias agudas y los resfriados. A menudo, la artritis se convierte en una consecuencia de la tuberculosis o de enfermedades venéreas transferidas. Las contusiones, lesiones y cirugías también pueden provocar el desarrollo de la enfermedad. Por último, el daño articular puede desarrollarse como resultado de trastornos metabólicos en el organismo, causados, por ejemplo, por la gota.
Tratamiento de la artritis
Para combatir esta peligrosa enfermedad, es necesario un tratamiento oportuno e integral, que incluya terapia antibacteriana para combatir la causa infecciosa de la artritis. Para eliminar los síntomas de la enfermedad y combatir el proceso inflamatorio, se utilizan fármacos del grupo de los AINE, por ejemplo, Diclofenaco, Indometacina, Ketoprofeno, y para evitar la destrucción del tejido cartilaginoso y su posterior recuperación no se puede prescindir de los condroprotectores, como Teraflex o Glucosamina + Condroitina. Con dolor intenso e inflamación severa, no ignore los medicamentos tradicionales prescritos por el médico: analgésicos (Paracetamol, Ibuprofeno, Analgin), pomadas calentadoras a base de abeja (Apitoxin, Virapin) y veneno de serpiente (Cobratoxan, Viprosal).
El tratamiento reparador también incluye magnetoterapia, masajes, ultrasonidos y fangoterapia. En casos de artritis desatendida, los especialistas recurren a la cirugía y a prótesis de la articulación, pero se trata de un último recurso.
Por supuesto, los medicamentos modernos pueden eliminar rápidamente las sensaciones dolorosas de esta enfermedad, pero el tratamiento de la artritis con remedios populares no puede detener con menos eficacia el proceso inflamatorio y aliviar el bienestar del paciente.